Jugando en la Nube

El pasado 19 de Noviembre Google lanzó Stadia, la primera en una nueva oleada de modernas plataformas distribuidas de “streaming” especializadas en videojuegos. Aunque el concepto y las tecnologías base detrás de Stadia no son nada nuevo y otras plataformas como Playstation Now venían trabajando con la premisa básica desde hace años, Stadia fue la primera plataforma comercial de uso masivo en ofrecer una experiencia mejorada por encima de lo posible en hardware local: cero tiempos de instalación, carga inmediata y las más altas fidelidades gráficas, utilizando casi cualquier equipo pre-existente como teléfonos, tablets y computadoras de capacidades limitadas. Hoy en día sabemos que la promesa de Stadia resultó estar mucho más amarrada al hardware e infraestructura de Google de lo que nos hicieron creer en un principio, sin embargo una vez que el concepto de un Netflix de videojuegos entró a la conciencia colectiva de la industria y los consumidores, muchas cosas empezaron a suceder en rápida sucesión. Pronto otras empresas empezaron atraer la atención pública hacia, y posiblemente a acelerar, sus planes para lanzar sus propios servicios de “streaming”, solidificando el nuevo paradigma de la incipiente próxima generación de videojuego, en que los servicios ofrecidos y su relación costo/beneficio son más importantes que el hardware como tal. Uno de los que más interés ha venido generando es el proyecto XCloud de Microsoft, el cual junto con sus otros servicios existentes de Game Pass y XBox Gold, tiene el potencial de cerrar la brecha entre los juegos de consola y de PC de una vez por todas.

Para sorpresa de muchos, el conocido fabricante de tarjetas de video Nvidia, lanzó al mercado a principios de Febrero, sin mucha fanfarria, su servicio Geforce Now, el cual ya venían probando mediante alphas y betas privados desde el 2015. A diferencia de Stadia, Geforce Now es completamente independiente de cualquier dispositivo, infraestructura y plataforma digital: permitiendo jugar cualquier juego previamente adquirido en las tiendas de Steam, GoG o Epic Games Store desde casi cualquier teléfono, tablet, PC o Mac a través de la infraestructura global de internet. Con una conexión estable y suficiente ancho de banda es posible disfrutar de resoluciones 4k y funcionalidades gráficas de última tecnología como Ray Tracing en tiempo real. Geforce Now además ofrece un plan gratuito que permite probar y disfrutar del servicio a resoluciones de 1080p durante sesiones de juego de hasta una hora.

Para empezar con Geforce Now en Costa Rica primero tuvimos que instalar una aplicación de VPN para redireccionar el tráfico a través de servidores en Estados Unidos, una vez hecho esto el sitio de Nvidia nos permitió crear una cuenta gratuita, descargar una aplicación para Mac y loguearnos al servicio. La aplicación de Geforce Now nos presentó una lista de juegos disponibles en el servicio, permitiéndonos agregar a nuestra biblioteca personal cualquier juego de la lista que tengamos comprado en alguna de las tiendas en línea soportada. En este caso arrancamos la aplicación de Steam en la misma computadora y pudimos acceder nuestros juegos en el servicio de Nvidia.. 

Es importante notar que aunque la tecnología de Nvidia parece ser capaz de soportar cualquier juego de PC, muchos de los juegos que quisiéramos jugar no están disponibles en la plataforma por lo que pareciera ser limitantes de licenciamiento: de hecho desde que el servicio fue lanzado, varias casas editoriales como Bethesda y Activision han ejercido presión legal para que sus juegos sean eliminados del mismo: estas acciones reflejan claramente el panorama actual de la industria donde los acuerdos de exclusividad entre los fabricantes de consolas, las tiendas en línea y las editoriales representan negociaciones millonarias que benefician a todos los involucrados exceptuando al usuario final. Es claro que quienes poseen los derechos de autor van a utilizar todos los recursos legales a su alcance para evitar perder el control sobre la distribución y utilización de los juegos, incluso después de que el consumidor ya haya pagado por ellos: porque recordemos que el software, incluyendo a los videojuegos, no se compran sino que se paga una licencia por el derecho de utilizarlo bajo los términos y condiciones determinados a discreción del fabricante.

El primer juego que probamos fue Cuphead, sin embargo al cabo de unas pocas horas caímos en cuenta que aunque ese es un juego reconocido por su alta dificultad, al mismo tiempo su emulación del estilo gráfico de las caricaturas hechas a mano en los años 30, lo volvía un juego poco demandante sobre la calidad de la imagen y altamente permisivo con respecto la latencia y pérdida de cuadros. Después de eso pasamos a Doom 2016 y la cosa se puso interesante. Doom es un juego que conocía y había jugado previamente, sin embargo nunca antes lo había terminado, y con el lanzamiento inminente de Doom Eternal parecía una prueba interesante del servicio, tratar de terminar Doom 2016 por primera vez desde Gforce Now.

Desde el momento que las primeras imagen de Doom corriendo con las más altas configuraciones gráficas a 1080p aparecieron en mi MacBook Air quedé impresionado: primero el simple hecho de que mi Air a duras penas es capaz de correr los juegos 2D más sencillos y segundo porque la fluidez de las imagénes y la latencia entre la entrada de comandos y las acciones resultantes fueron mucho mejores de lo que esperábamos. Doom es un juego dinámico, rápido y preciso en el que cualquier indicio de lag tiene el potencial de hacer que el juego sea injugable, sin embargo en las primeras tres horas de juego, aunque experimenté unos pocos momentos de lentitud, pude llegar más lejos que en cualquiera de mis experiencias anteriores con el juego. En los días siguientes tras un poco de investigación adicional pudimos configurar la computadora, el router y lai red local para lograr mayor estabilidad y menor latencia resultando en una experiencia aún mejor.

Mientras avanzaba mi juego de Doom en Geforce Now también jugué otra partida paralela en mi versión de PS4, para comparar y debo decir que quedé sumamente impresionado en ambas partes. Por un lado, nunca me imaginé que la calidad gráfica de la versión de PS4 fuera tan similar a la de PC con configuraciones máximas, y por el otro tampoco me esperaba que una plataforma de Streaming de videojuegos pudiera ser lo suficientemente estable y fluida como para jugar Doom 2016 de forma exitosa. Aunque debo admitir que dada la opción prefiero la experiencia de jugarlo en PS4, pero tengo claro que si la única opción a mi alcance fuera jugarlo en Geforce Now, estaría más que feliz de experimentarlo así y no sentiría que me estoy perdiendo de nada. Es importante notar que Doom 2016 es un juego más viejo y particularmente bien optimizado para consola, es muy posible que en algo más nuevo y menos optimizado como Jedi: Fallen Order la comparación sea diferente, pero de cualquier forma estamos en las etapas tempranas del servicio y que de aquí en adelante la tecnología sólo puede mejorar: no me cabe duda que la opción de Streaming se vaya volviendo cada vez más factible en el mediano plazo.

Entonces puedo decir que cumplí mi misión, jugué Doom 2016 hasta el final en Geforce Now? Pues no exactamente, sí jugué Doom exitosamente en Geforce Now durante bastantes horas, y sí pude avanzar bastante utilizando la plataforma de streaming, pero tuve que terminar el juego en mi PS4 porque antes de que pudiera llegar al final Bethesda hizo que Nvidia eliminara casi todos sus juegos de servicio, incluyendo Doom: sin duda la movida está relacionada con  algún convenio entre Bethesda y Google que llevó a que el inminente Doom Eternal sea lanzado este 20 de Marzo en consolas, PC y Stadia. Esta es básicamente la razón por la que, aunque le recomiendo a cualquiera hacer una cuenta gratis de Geforce Now y probar algunos de los juegos que pueda ya tener comprados, no puedo sugerirle a nadie invertir su dinero en ningún servicio de streaming ni en juegos para los mismos hasta que se establezcan los precedentes tecnológicos, comerciales y legales que nos permitan determinar claramente el modelo, contenido y costo final que van a tomar estos nuevos servicios al mediano y largo plazo. Con la incertidumbre del panorama actual, cualquier servicio por más prometedor que parezca puede ser llevado a la extinción por los tecnicismos legales y las negociaciones de exclusividad entre sus competidores.

Si algo bueno saqué de esta experiencia es que Doom 2016 es un gran juego y Doom Eternal promete ser una experiencia aún más extraordinaria, independientemente de donde se juege.

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